
Rioja Oriental, Alfaro, Yerga, La Montesa, Moncayo
Rioja Oriental
La influencia
del Mediterráneo
Mirando al alba encontramos Rioja Oriental, formada por territorio riojano y navarro y antiguamente llamada Rioja Baja. Una tierra que respira vino desde tiempos del imperio romano cuando se impulsó el cultivo de la vid en ella.
Un lugar único en sus paisajes y también privilegiado por la fertilidad de los mismos, así que destaca por su exquisita gastronomía basada en la verdura de la huerta regada por las aguas del Ebro y sus afluentes. Cuevas rupestres, museos, centros de interpretación, balnearios y pozas de aguas termales hacen que la naturaleza, historia y gastronomía sean la esencia de esta zona oriental.
Galería
En la zona más al este del territorio de DOCa Rioja predominan grandes extensiones de viñedos asentados sobre sus suelos en los que influyen notablemente los diferentes ríos que riegan la región.
El viento del norte mece las viñas de la zona mientras que la sequedad atmosférica da lugar a inviernos menos fríos y veranos más calurosos. Esto permite conseguir uvas de una excelente condición, madurez y sanidad que definen la esencia del territorio.
Rioja Oriental cuenta con suelos arcillo-ferrosos y aluviales y es gracias a estas tipologías que los vinos que aquí nacen son de cuerpo medio y ligeros.
El influjo del clima mediterráneo es la clave de la zona más oriental. El clima más seco y cálido en los viñedos a menor altura dan lugar a vinos con mayor estructura y mayor grado alcohólico, si bien las áreas montañosas de esta zona, son consideradas de las más frías de la Denominación, lo cual da lugar a enormes contrastes y una enorme diversidad.

