
Blancos

Los blancos de Rioja son vinos de alta calidad, cuerpo y de acidez media-alta.
Gracias a las zonas más frías podemos cultivar una inmensidad de variedades blancas, lo que se traduce en un amplio abanico; desde vinos jóvenes y afrutados a otros más complejos gracias a su buena longevidad, y muy alta capacidad de crianza.
elaboración
Despalillado y prensa.Separación de la parte leñosa del racimo y prensado de la uva blanca “limpia”.
Después de un breve contacto con los hollejos y separación de las uvas del raspón, o bien llevamos la uva entera directamente a la prensa o bien rompemos las pieles y se dejan en contacto junto con el mosto.
Fermentación. Reposo del mosto y proceso de transformación del azúcar en alcohol etílico.
Los blancos jóvenes y aromáticos suelen ser fermentados en depósitos inoxidables a baja temperatura u en otros depósitos neutros como el hormigón. Los blancos con más cuerpo fermentan en barrica, lo que da una mejor integración de los aromas de madera, y las mismas barricas pueden ser usadas para la crianza a posteriori.
Envejecimiento. Conservación para lograr el vino deseado.
Aparte de la crianza en barrica, los vinos blancos con más cuerpo también suelen ser criados sobre lías finas de fermentación, que resultan en una textura más suave. La crianza de los vinos blancos está regulada de una manera parecida a los vinos tintos con un tiempo en barrica que es generalmente más corto. El tipo de madera y barrica da carácter a estilos de vinos diferentes, lo mismo ocurre con los distintas tipos de depósitos (barricas, cemento, tinajas, etc.) dando lugar a una gran variedad de estilos.