
Labraza
Labraza está prácticamente rodeada por murallas excepto en la entrada de acceso más importante del municipio.
Su localización estratégica explica el carácter de villa-fortaleza que tuvo, ya que está ubicado sobre una colina, lo que le permitió defenderse contra sus enemigos.
La villa resulta muy atractiva por el toque medieval que ofrece: conserva sus bodegas en el subsuelo y tiene varias torres de defensa sobre un casco urbano que se ha restaurado y conservado de la mejor forma posible.
El Consejo Ejecutivo del Círculo Internacional de Ciudades Amuralladas otorgó a su muralla en 2008 el prestigioso Premio Mundial de Ciudades Amuralladas, un galardón por el que también competían las ciudades de Carrickfergus, Plasencia y Vitoria durante ese mismo año.
Has tintas: 101,45
Has blancas: 12,02
Has totales: 113,47
Nº de bodegas: 0
Castillo de Labraza
Muralla galardonada con el Premio Mundial de Ciudades Amuralladas
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