Los rosados son una muestra más de la gran diversidad de Rioja.

Es así que elaboramos desde rosados más pálidos, ligeros, afrutados… a más intensos de color como los claretes y hasta rosados envejecidos en barrica.

Variedades para
elaboración
Elaboración
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Despalillado y prensa. Separación de la parte leñosa del racimo, estrujado y escurrido.

En general, la uva tinta, despalillada y ligeramente estrujada, se pasa a los depósitos escurridores. Allí se controla la maceración del líquido con los hollejos. Una vez obtenido el mosto colorado, se decantan las materias en suspensión durante un día.
*En el proceso de prensa directa introducimos la uva despalillada y prensamos rápidamente con poco contacto con los hollejos para obtener un vino más ligero con menos color.
**En el proceso del clarete también se suele incluir uva blanca, en él juntamos ambas variedades y después las prensamos.

Fermentación. Reposo de la uva y proceso de transformación del azúcar en alcohol etílico

A continuación, el mosto se pasa a los envases de fermentación con temperatura controlada.
**En el proceso del clarete existe la co-fermentación con ambas variedades juntas.

Envejecimiento. Conservación para lograr el vino deseado

Los rosados jóvenes suelen ser embotellados pronto para consumo inmediato, manteniendo el perfil afrutado. Los rosados más complejos y gastronómicos suelen pasar un tiempo de crianza sobre lías e incluso en barricas de 225 litros. Rioja es unas de las pocas denominaciones que hace rosados de tipo Crianza, Reserva y Gran Reserva. Los tiempos regulados de crianza son los mismos que para los vinos blancos.