El ciclo anual de la vid en Rioja

La región de Rioja es conocida en todo el mundo por sus vinos excepcionales.
Uno de los factores clave para la calidad de los vinos de Rioja es el cuidadoso seguimiento del ciclo anual de la vid. En este artículo, exploraremos este fascinante proceso, desde la poda hasta la vendimia, y cómo cada etapa contribuye a la creación de los vinos de Rioja.

Viñedos en Rioja
Etapas del ciclo anual de la vid
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Invierno
Es un período de reposo, reduciendo su actividad fisiológica al mínimo, durante este periodo se lleva a cabo las siguientes tareas:
- Arado del suelo, para eliminar las hierbas que salen y facilitar que no se acumule agua en terreno.
- La poda, requiere de mano de obra especializada y suele comenzar en noviembre hasta justo antes de la brotación en marzo. El número máximo de yemas está fijado por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja según las variedades.
- La plantación se realiza entre final del invierno y principios de la primavera para disminuir el riesgo de heladas y aprovechar la subida de las temperaturas. El ‘vaso’ es un sistema de conducción tradicional de la Rioja, aunque en la actualidad también se usa el sistema de conducción de espaldera.
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Primavera
Con la llegada de la primavera, la savia sube por la madera y el lloro de las cepas anuncia la brotación; es el momento en el que empiezan aparecer los primeros brotes verdes que dan inicio al ciclo y que crecerán hasta convertirse en hojas. Esto suele ocurrir la primera quincena de marzo en la parte oriental de la Rioja, prolongándose al oeste a lo largo de un mes aproximadamente.
Tras la brotación se practica la espergura que consiste en eliminar parte de la vegetación de la cepa para concentrar todo el potencial de crecimiento en los brotes.
En la floración en los meses de abril y mayo, comienzan a aparecer las primeras hojas de la vid, en esta etapa se forman las moléculas de los azúcares y ácidos en las hojas de la vid para que tenga mejor sabor la uva y por tanto, el vino.
Las condiciones climatológicas en este período son críticas para los viticultores y marcarán el inicio de la vendimia y también el volumen de la cosecha.
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Verano
El incremento de la temperatura impulsa el crecimiento de los racimos. La uva va cambiando de color hasta llegar a su tonalidad final, que es el de un color verde que pasa al amarillento en las uvas tintas. Estas uvas van cogiendo un color rosado el cual progresivamente pasa a ir oscureciendo con la madurez.
La maduración de las uvas tiene lugar entre los meses de agosto y octubre. Durante esta fase, las uvas adquieren un sabor más dulce. Esto se debe a que durante el proceso de fotosíntesis, los ácidos presentes en las hojas disminuyen, lo que aumenta el contenido de azúcares en las uvas.
Los viticultores llevan a cabo el “aclareo de racimos” o la vendimia en verde, eliminando una parte de la producción para ajustar el rendimiento. En esta época, en las espalderas, se puede manipular la vegetación para favorecer el sombreado o la exposición al sol y la ventilación, dependiendo de la ubicación del viñedo y las condiciones de cada año.
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Otoño
Estas fechas son las idóneas para la vendimia, ya que se realizan muestras semanales que se publican en los boletines de maduración. Estos informes sirven como guía para los viticultores, indicándoles cuándo es el momento óptimo para cosechar las uvas y obtener la máxima calidad en el vino. Cuando ese momento llega, las uvas alcanzan el equilibrio perfecto entre azúcar, acidez y compuestos fenólicos, lo que marca el inicio de la vendimia.