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3 de junio de 2015
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INFORME: El estudio anual de la fertilidad del viñedo, clave para la determinación de rendimientos

  • El Consejo Regulador selecciona 180 viñedos de referencia para el seguimiento del ciclo vegetativo.

El Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador desarrolla una importante misión de seguimiento del estado fenológico de las vides, accidentes meteorológicos, plagas y enfermedades que puedan afectar al desarrollo vegetativo y al rendimiento de la cosecha, elaborando con los datos obtenidos informes que permitirán adoptar las decisiones más adecuadas para alcanzar el objetivo final de ofrecer las máximas garantías de calidad de los vinos producidos en la Denominación. Así por ejemplo, las conclusiones delestudio de fertilidad del viñedo que el Consejo lleva a cabo a partir de mediados de mayo permiten valorar las expectativas productivas y sirven de base para fijar los criterios a seguir en materia de fijación de rendimientos en las normas de campaña. Como señala el jefe del Servicio Habilitado de Veedores, Domingo Rodrigo, "las conclusiones obtenidas resultan especialmente valiosas y fiables gracias a la experiencia acumulada tras muchos años de seguimiento de la evolución del viñedo".

Para estudiar dicha evolución en cada campaña y compararla con las anteriores, el Consejo ha seleccionado 180 parcelas distribuidas por toda la Denominación, que sirven de referencia para valorar la evolución de distintos parámetros del estado fenológico: la brotación, la fertilidad, el cuajado, el envero y la maduración. Se trata de parcelas representativas del área geográfica en que se encuentran, para lo que se realiza un estudio edafológico previo, y que incluyen tanto las variedades tradicionales de la D.O. como las más recientemente autorizadas. Para realizar el trabajo de campo, que exige la inspección periódica de los viñedos, el Consejo refuerza sus recursos humanos con la contratación de técnicos especialistas en cada campaña en función de las necesidades.

El estudio de fertilidad del viñedo comienza a mediados de mayo con la toma de datos sobre el estado fenológico de las vides, número de brotes, fertilidad y número de racimos, así como el tamaño de los mismos. Los datos se desglosan por variedades de uva (tempranillo, garnacha, mazuelo y graciano en tintas, y viura en blancas) y por sistema de conducción (cordón, guyot y vaso), elaborándose a mediados de junio un informe de situación para cada una de las tres subzonas de la Denominación en el que se índica el índice de fertilidad y número de racimos comparativamente con la cosecha anterior.

El estudio de la cosecha 2014

Tomando como ejemplo la cosecha del pasado año 2014, con los datos tomados hasta el 16 de junio se constató que tanto la fertilidad como el número de racimos se podían considerar normales. En esas fechas de mitad del mes de junio el cuajado estaba adelantado, habiéndose completado en las zonas más tempranas de Rioja Baja. Unos días después todo el viñedo de la Denominación había completado el cuajado satisfactoriamente. Al final de la primera quincena de julio el Servicio Habilitado de Veedores del Consejo consideraba que tanto la fertilidad como el cuajado habían sido satisfactorios y todas las variedades y viñedos presentaban una producción uniforme al no haberse producido circunstancias negativas que limitaran los rendimientos. En consecuencia, el balance era positivo tanto en expectativas productivas como respecto al estado vegetativo y sanitario del viñedo.

Como resumen sobre el estado productivo de la cosecha 2014, el Servicio Habilitado de Veedores destacaba en su informe "la regularidad en la cosecha de la mayor parte de los viñedos, que volvían así a las producciones habituales, previendo rendimientos en el entorno de los fijados por el Consejo Regulador y algo más elevados en zonas de riego habitual".

 

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