Ir al contenido
16 de mayo de 2008
Noticias

Calificada «Muy Buena» la cosecha 2007 de Rioja

  • La cosecha 2007 de Rioja ha merecido la valoración oficial de "Muy Buena" por parte del Consejo Regulador como resultado del riguroso proceso de calificación mediante análisis y cata que han superado las 4.093 muestras representativas de los 272,8 millones de litros de vino de esta cosecha finalmente amparados por la D.O. Ca. Rioja.

Esta valoración confirma las expectativas generadas por la alta calidad de las uvas recolectadas en la vendimia 2007, que ya permitían augurar la posibilidad de elaborar grandes vinos de esta añada, especialmente aptos para su envejecimiento en barrica, tal como señaló el Consejo en un primer balance. La buena climatología que acompañó la fase final de maduración de la uva y el desarrollo de la vendimia, así como la gran profesionalidad de los viticultores y de los enólogos riojanos, han sido claves para alcanzar tan magnífico resultado.

El total de uva cosechada de las 60.774 hectáreas productivas en la campaña 2007 en la D.O. Ca. Rioja ascendió a 412,72 millones de Kg. (375,09 millones de kg. de uva tinta y 37,63 de uva blanca), producción inferior en un 2,2% a la del año anterior, a pesar de contar con unas 400 hectáreas más de superficie de viñedo. Finalmente fueron amparados por la Denominación 273,7 millones de litros de vino, quedando otros 7 millones de litros como stock cualitativo, constituido este año por primera vez en virtud del acuerdo alcanzado en su día por el Pleno del Consejo Regulador con el objetivo de establecer un mecanismo que facilite el desarrollo equilibrado de la Denominación.

El ciclo vegetativo de la campaña fue largo y el desarrollo de la vendimia puede considerarse especialmente lento y selectivo, lo que redundó en favor de la calidad del fruto, así como en un trabajo más cómodo de los enólogos. Los rendimientos fueron en general moderados, lo que no hizo tan necesaria la "vendimia en verde" o eliminación previa de racimos. La vendimia se desarrolló entre el día 3 de septiembre y el 2 de noviembre de forma escalonada y muy selectiva, en función de las condiciones que iba presentando la evolución de la maduración de cada viñedo, consiguiéndose así que la mayor parte de la uva entrara en bodega en su punto óptimo de madurez, con una sanidad excelente y con un buen equilibrio de los diferentes parámetros de calidad: graduación alcohólica, polifenoles y acidez.

Riguroso proceso de calificación de los vinos

La calificación de los vinos de Rioja, única en España como corresponde a la superior categoría de D.O. Calificada que ostenta, proporciona un conocimiento muy concreto de la calidad de todos los vinos elaborados cada cosecha, depósito a depósito, lo cual supone una excelente base técnica para la evaluación global de la añada realizada por el Pleno del Consejo Regulador mediante un procedimiento estadístico establecido a tal fin con total objetividad.

El Consejo elevó el pasado año las condiciones establecidas para dicha evaluación global y fijó requisitos adicionales como el índice de polifenoles y de color, en consideración a la mejora sustancial que se ha venido produciendo en la calidad de las elaboraciones y con el objetivo fundamental de que Rioja siga manteniéndose como referente de las mayores exigencias de calidad.

El mes de noviembre comenzaba el proceso de calificación de la cosecha 2007, con un programa de recogida de muestras en todas las bodegas elaboradoras por parte de los veedores del Consejo Regulador, muestras que deben ser representativas de partidas no superiores a 100.000 litros. Cada muestra ha sido analizada en el laboratorio de una de las Estaciones Enológicas de la D.O. y valorada por un comité de cata integrado por tres catadores, que forman parte del panel de cata externo con que cuenta el Consejo Regulador y al que pertenecen más de un centenar de expertos. El procedimiento para la valoración organoléptica está debidamente reglado, garantizándose la confidencialidad y anonimato de las muestras catadas.

Las 4.137 muestras presentadas a calificación han sido sometidas hasta el 31 de marzo a este riguroso control analítico y de cata, que han debido superar cada una de ellas para tener derecho al amparo de la Denominación. Finalmente han sido calificados 272,81 millones litros (15,19 de blanco, 11,72 de rosado y 245,90 de tinto), así como 6,98 millones de litros que constituyen el stock cualitativo, siendo rechazadas por descalificación analítica o sensorial 44 muestras (1,11 millones de litros), un porcentaje pequeño que, dado el rigor que se aplica en los criterios de calificación, es claramente indicativo de la calidad media de la cosecha. El resto de vinos elaborados, hasta el total de 294,52 millones de litros presentados a la calificación, no ha sido calificado por corresponder a excesos de rendimiento en la producción.

EVOLUCION RESULTADOS ANALÍTICOS CALIFICACIÓN VINOS TINTOS COSECHAS 1994/2007

INFORME / SERVICIOS TÉCNICOS DEL CONSEJO REGULADOR

Evolución del ciclo vegetativo de la cosecha 2007 en Rioja

La parada vegetativa de esta campaña se ha caracterizado por precipitaciones escasas, tiempo seco y heladas normales en diciembre, continuando la misma tónica en el mes de enero y temperaturas altas durante todo el mes de febrero. El lloro que se había iniciado se paraliza a mediados de marzo con el descenso de las temperaturas y abundantes precipitaciones de lluvia y nieve. La brotación se inicia con fuerza en la segunda semana de abril con la subida de las temperaturas.

Las precipitaciones en primavera fueron abundantes en toda la Denominación y con temperaturas elevadas, lo que favoreció el desarrollo de una gran masa vegetal, así como el ataque de varios focos de mildiu en hojas y racimos. En la primera evaluación del estado sanitario del viñedo realizada el mes de mayo por los Servicios Técnicos del Consejo, se pone de manifiesto este ataque importante de mildiu, propiciado por unas condiciones ambientales ideales para el desarrollo de este hongo. Pero en general los viñedos estaban bien protegidos y las consecuencias productivas no se consideran importantes.

En junio el viñedo presentaba un gran desarrollo vegetativo. El cuajado estaba ya completado en la zona de Aldeanueva-Alfaro y se había iniciado en la zona media, mientras que el resto de la Denominación se encontraba aún en plena floración. La última semana de junio transcurre con temperaturas bajas y sin lluvia, completándose el cuajado en toda la Denominación.

A finales de junio, con los datos comparativos de los 110 viñedos de referencia controlados por el Consejo, valorando el número de racimos y tamaño se deduce un potencial de producción inferior al año anterior en variedades tintas y blancas. En general los racimos se han quedado con un número inferior de bayas y el número de racimos de gran tamaño es inferior a la campaña anterior. En julio el tiempo transcurre sin precipitaciones y con temperaturas entre moderadas y suaves, lo que propicia que el mildiu se seque y no aparezcan nuevos brotes, ni incidencias fitosanitarias que destacar, observándose únicamente brotes aislados de oidio bien controlados.

A primeros del mes de agosto solo algunos viñedos de la variedad Tempranillo en las zonas más tempranas de la Denominación (la Rioja Baja) sobrepasaban el 50% de bayas enveradas. La garnacha también había iniciado el envero en la zona más oriental, pero con respecto al año anterior, puede decirse que el inicio del envero se ha producido en esta campaña 2007 con un retraso de entre 7 y 10 días. Un retraso que en general se ha mantenido hasta finales de agosto, ya que el tiempo ha transcurrido seco, sin apenas tormentas, y con temperaturas inferiores a lo habitual, tanto de día como de noche.

La situación sanitaria y vegetativa del viñedo a finales de agosto es muy satisfactoria en el conjunto de la Denominación, lo que permite valorar positivamente las expectativas de calidad de la cosecha, que quedan condicionadas a la climatología de las siguientes semanas, decisivas para la calidad final del fruto.

Una vendimia lenta y selectiva

En la primera quincena de septiembre dicha climatología es perfecta y propicia un avance significativo de la maduración, con buen equilibrio entre la maduración alcohólica y fenólica, iniciándose la vendimia puntualmente el día 3 en la localidad de Aldeanueva de Ebro en un viñedo de Tempranillo. En la tercera semana se generaliza el inicio de vendimia en la Rioja Baja y zona centro, pero el tiempo es más irregular y frío, lo que ralentiza la maduración alcohólica. En consecuencia el desarrollo de la vendimia es lento y muy selectivo, aspecto que será la tónica durante toda la vendimia. De hecho, a finales de septiembre, cuando se inicia la vendimia en las zonas más altas de la denominación, apenas se ha vendimiado el 15% de la cosecha. La uva entra en bodega muy sana y con un perfecto equilibrio entre la graduación y los parámetros de color.

Octubre comienza con incremento de las temperaturas y lluvias en algunos casos significativas que paralizan la vendimia unos días, aumentan el peso de la baya y paralizan la evolución de los parámetros de color y graduación alcohólica. Se hace necesario esperar y ser muy selectivo en la reanudación de la vendimia, pero a partir de la 2ª semana el tiempo transcurre sin lluvias y el viñedo recupera los parámetros, lo que permite intensificar las labores de vendimia, ya que la maduración se ha completado en la mayor parte de los viñedos. La sanidad de la uva sigue siendo buena y se mantiene el equilibrio de los parámetros de color y alcohol probable, entrando la uva también en buenas condiciones. Las últimas uvas de la cosecha 2007 se cortan el día 2 de noviembre en las localidades de Ausejo y Labastida.

Más noticias Ver todas