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22. Diciembre 2023 3 minutos

El pasado y la historia de Rioja

recolectando en el pasado en Rioja

¿Alguna vez te has preguntado cuál es la historia del vino? Desde sus misteriosos orígenes prehistóricos hasta su época bajo la influencia romana, y luego su vínculo con el Camino de Santiago, descubriremos cómo el pasado ha dejado una huella indeleble en los vinos de Rioja. A medida que recorremos este apasionante viaje en el tiempo, entenderemos cómo la historia ha moldeado el carácter y la calidad de los vinos.

Prehistoria y romanización: Los orígenes del vino en Rioja

Sus orígenes se remontan a tiempos prehistóricos. Los dólmenes que se encuentran al pie de la Sierra de Cantabria son monumentos funerarios que datan de épocas antiguas y que contienen evidencias de recipientes utilizados para transportar y beber vino. La romanización de la Península Ibérica en el siglo II a.C. favoreció el cultivo de la vid y la elaboración del vino en la región. Se han encontrado restos de ánforas locales llenas de vino de Rioja, transportadas por galeras que navegaban por el río Ebro. Grandes instalaciones de bodegas halladas en diversas localidades atestiguan la importancia del vino en la economía de la época.

La Edad Media: monasterios, nombres y comercio de vino

La Edad Media fue un período de importancia clave en la historia del vino de Rioja. La primera mención documentada de la palabra ‘Rioja’ data de 1099, y la región pasó por influencias tanto árabes como cristianas. La creación de monasterios, como San Millán, Valvanera, Nájera y Albelda, impulsó la producción de vino en la región. Algunos de estos monasterios se convirtieron en grandes propietarios de viñedos y bodegas, gracias a las donaciones de fieles.

“Quiero fer una prosa en román paladino, en cual suele el pueblo fablar con so vezino, ca non so tan letrado por fer otro latino, Bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino”. Estos versos del poeta Gonzalo de Berceo, un monje que habitó en el monasterio riojano de San Millán de Suso en el siglo XIII, son solo uno de los muchos testimonios históricos que revelan la rica tradición vinícola de la región.

El Camino de Santiago, que atrajo a miles de peregrinos de toda Europa, también desempeñó un papel vital en el comercio del vino. Los peregrinos viajaban con conocimientos y tecnología, fomentando así el comercio de bienes, incluido el vino de Rioja, que se encontraba en la principal ruta a Compostela.

Nacimiento de la Era Moderna

Con la transición a la era moderna, las ciudades prosperaron y el vino dejó de ser un producto local para convertirse en un bien comercializado a nivel nacional e internacional. Los vinos de Rioja comenzaron a adquirir renombre y se exportaron a Europa y a las colonias españolas del Nuevo Mundo.

Sin embargo, el siglo XVIII trajo consigo un problema: el exceso de producción. Esto llevó a la creación de soluciones para estimular el comercio, como la mejora de las carreteras y la calidad de los vinos producidos en la región, propuestas por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y la Real Sociedad Económica de Cosecheros de la Rioja Castellana.

El Nacimiento del estilo clásico de Rioja

El siglo XIX fue crucial en la formación del estilo clásico de Rioja. Se introdujeron nuevas técnicas de elaboración al estilo de Burdeos y se incorporaron barricas de roble. Dos terratenientes de la región, el Marqués de Riscal y el Marqués de Murrieta, influidos por sus estancias en el extranjero, desempeñaron un papel fundamental. Su objetivo era producir vinos suaves y resistentes, capaces de soportar viajes largos.

El vino de Rioja comenzó a adquirir la complejidad y el carácter distintivo que lo definen hasta hoy. Estas innovaciones dieron forma a los vinos de calidad que conocemos y que tanto nos gustan en la actualidad.

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